Trazas de reptiles flotantes del Triásico del sur de España

Hoy toca visitar el Triásico del sur de España y unas singulares marcas dejadas por unos misteriosos reptiles tetrápodos que amplían el registro icnológico de locomoción semiacuática del Triásico de la Península Ibérica.

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9/12/20252 min read

icnitas trásico cocodrilos
icnitas trásico cocodrilos

Seguimos repasando las noticias ocurridas en el mes de agosto en la paleo ibérica y hoy toca visitar el Triásico del sur de España y unas singulares marcas dejadas por unos misteriosos reptiles tetrápodos que amplían el registro icnológico de locomoción semiacuática del Triásico de la Península Ibérica.

Estas trazas, datadas del Carniense inferior, fueron localizadas en la unidad K1 de la Cobertera Tabular, en el sector de Terrinches de la provincia de Ciudad Real. En la superficie del techo de la capa del hallazgo, se identificaron dos elementos. Por un lado, una huella tridáctila digitígrada, con garras triangulares bien preservadas en forma de arañazo, que, además, estaban acompañadas de dos marcas curvas y prolongadas que continúan por detrás de la huella tridáctila. Y por otro lado, un surco longitudinal de aproximadamente 185 milímetros que, interpretan los investigadores, representaría la marca dejada por el arrastre de la cola en el fondo arenoso.

En la superficie del muro aparecen dos huellas más, preservadas como contramoldes de aproximadamente unos 45 milímetros de largo. También son tridáctilas y con forma de arañazo, de hecho, muy cerca entre sí. Posiblemente las produjeron varios de estos reptiles tetrápodos flotando en un medio acuático muy poco profundo y de aguas tranquilas, o quizá estaban parcialmente apoyados en el fondo, en un punto medio entre nadar y caminar sobre este.

El razonamiento sobre la posición que mantenían estos reptiles en el momento de producirse la marca que daría a estas icnitas consta de dos bases. Por una parte, la elongada naturaleza de estas, con surcos de arrastre, que descartan totalmente que se estuvieran desplazando por tierra de un modo convencional. Y por otra parte, que, pese al pequeño tamaño de las icnitas, los autores del estudio han logrado identificar que las huellas de la superficie del techo corresponden a una extremidad trasera, concretamente la pata derecha. Además, las icnitas de la superficie del muro podrían haber sido producidas por un pie o una mano, quedando la marca dejada por una cola como un misterio todavía por resolver. ¿Sería la cola de estos pequeños reptiles del Triásico, o sería la de otro ser vivo completamente distinto? De hecho… ¿Qué se puede saber de estos reptiles?

Es más que evidente que no es posible precisar ningún taxón responsable de estas icnitas, pero los investigadores proponen algunos candidatos teniendo en cuenta el cálculo estimado de 10 centímetros para estos reptiles: pequeños arcosaurios, cocodrilomorfos juveniles, esfenodontes, algún tipo de lagarto primitivo o, incluso, un tipo de quelonio temprano. Este gran número de sospechosos se debe a que todos ellos se diversificaron en el Carniense durante el épico “Episodio Pluvial del Carniense”. Aunque, de entre todos los posibles causantes, son los diferentes integrantes de los crocodilios los que más llaman la atención al observarse paralelismos con su comportamiento actual. Podrían haber causado perfectamente las marcas que dejaron estos reptiles triásicos, ya que muchos suelen caminar sobre el fondo mientras flotan parcialmente.

Es hermoso imaginar este sector de la provincia de Ciudad Real bajo un ambiente marginal marino, o lacustre incluso, durante el Carniense inferior. Aguas tranquilas, un entorno de baja energía con unas condiciones ideales para la preservación de huellas que en otros entornos serían más que efímeras.


Estudio de referencia:

Trazas fósiles de reptiles en flotación del Carniense de la Cobertera Tabular (Sur de España), https://doi.org/10.3989/egeol.45687.1125