¿Qué vegetación había en el centro de España en el límite Triásico-Jurásico?
La cuarta de las cinco extinciones masivas trajo consigo cambios ambientales globales asociados a la actividad magmática de la Provincia magmática del Atlántico Central (CAMP). El límite Triásico-Jurásico afectó duramente a los ecosistemas terrestres y tuvo consecuencias en la vegetación.
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9/23/20253 min read


La cuarta de las cinco extinciones masivas trajo consigo cambios ambientales globales asociados a la actividad magmática de la Provincia magmática del Atlántico Central (CAMP). El límite Triásico-Jurásico afectó duramente a los ecosistemas terrestres y tuvo consecuencias en la vegetación.
Aun siendo un evento de gran relevancia, en la Península Ibérica existen muy pocos estudios palinológicos de ese intérvalo de tiempo. Apenas tenemos un par de estudios en los años 70 sobre las cuenca lusitana y la del Ebro. Es por esto que el reciente artículo integra datos obtenidos de los últimos 30 años para añadirles los nuevos adquiridos y mejorar significativamente la información estratigráfica del Carniense al Hettangiense y la comprensión de la sucesión de palinofloras, así como la evaluación de los cambios en la vegetación.
Tras el estudio de las muestras se lograron identificar un total de 72 taxones, en su mayoría gimnospermas y algunas esporas de helechos y licófitos. Sin embargo, escaseaban los géneros acuáticos. Estas asociaciones palinológicas reflejan un clima básicamente árido a semiárido.
Los restos de flora asociados al Carniense, precisamente durante el “Evento Pluvial del Carniense”, deberían constar de ejemplares adaptados a condiciones húmedas. Sin embargo, en la Península Ibérica la vegetación seguía dominada en su mayoría por coníferas adaptadas a la sequía, indicando que apenas se manifestó ese incremento de humedad salvo por algún episodio pluvial regional. No obstante, en las franjas costeras, con mayores niveles de humedad, la vegetación estaba formada por coníferas de la familia Cheirolepidiaceae y Araucariaceae, con algunos elementos secundarios como cycadas y un sotobosque de helechos.
Posteriormente, en el Noriense tardío, se produjo una reorganización hacia bosques más abiertos y de poca diversidad. Las coníferas primitivas fueron sustituidas por las de la familia Cheirolepidiaceae, hecho que indica, según los autores del estudio, una intensificación regional del clima hacia uno todavía más árido y una posible segmentación tectónica del territorio que lo hizo también más salino, un proceso que se estaba dando ya en las regiones occidentales del Tetis. La ausencia de determinados tipos de polen de vegetación asociada a climas templados que han sido encontrados en Europa central, también refuerza la idea de un clima peninsular más cálido y seco. Al menos en las latitudes estudiadas.
Finalmente, al llegar al Jurásico Inferior, en el Límite Triásico-Jurásico, las condiciones paleoambientales de toda la región alrededor del Tetis se volvieron homogéneas, de muy poca diversidad y áridas, con bosques abiertos y matorrales. Según los autores del estudio, los eventos que caracterizaron la serie de cambios bióticos del Límite Triásico-Jurásico, apenas afectaron de un modo significativo a la vegetación de la región central de la península. No hubo ni una extinción masiva de los helechos ni una “explosión” vegetal a modo de renovación ágil del paleoambiente. Las evidencias sugieren que la comunidad boscosa desarrollada durante el Noriense tardío persistió indistintamente del impacto global que se produjo durante el Límite Triásico-Jurásico.
Así pues, los autores del estudio concluyen que la vegetación del centro de la Península Ibérica permaneció relativamente inalterada durante más de 15 millones de años a partir del Rhaetiense hasta el Pliensbachiense. Se trataba de una vegetación dominada por coníferas de la familia Cheirolepidiaceae y con helechos como elementos vegetales secundarios, ubicada principalmente en áreas húmedas con presencia de masas de agua.
No obstante, aunque el estudio logró sacar interesantes conclusiones, no está todo dicho, y futuros estudios deberán centrarse en mejorar la precisión en la datación y en ampliar así los estudios tanto de micro como de macroflora para confirmar las conclusiones climáticas que han obtenido los investigadores.
Estudio de referencia:
Evolution of palynofloras across the Triassic/Jurassic boundary in the central sector of the Iberian Range, Spain, https://doi.org/10.1007/s41513-025-00313-w